Los conductores del camión que se accidentó sobre la carretera San Felipe-Puertecitos en Baja California, y que dejó más de 50 personas lesionadas, dos de ellas con amputaciones, se encontraban en estado de ebriedad, así lo dio a conocer este miércoles la Fiscal General del Estado María Elena Andrade Ramírez.

Detalló que tanto el conductor primario, como su compañero chofer auxiliar, responsables de la unidad que transportaba a una congregación religiosa de regreso a Rosarito tras realizar un viaje vacacional a Bahía de Todos los Ángeles, estaban ingiriendo bebidas alcohólicas.

Al sentirse tomados, ambos le cedieron el volante al responsable de las maletas, quien al llegar a una curva, perdió el control de la unidad y volcó.

Pierde el control seguramente por la falta de experiencia en manejar un vehículo grande, un camión, y sucede ese fatal accidente.

María Elena Andrade, señaló que al ver la magnitud del accidente, ambos conductores intentaron escapar, abordando un vehículo al cual le pidieron ayuda para trasladarse a la ciudad de Mexicali, bajo la excusa de buscar apoyo.

En cambio, al llegar a la capital, acudieron a una unidad médica privada, donde dijeron que habían sufrido un accidente en moto. De acuerdo con la Fiscal, ambos planeaban regresarse al estado de Jalisco, de donde son originarios, para evadir la justicia. Sin embargo, uno de ellos fue asegurado por la FGE en el mismo hospital, mientras que el segundo responsable fue arrestado tras ser localizado en un parque público.