Empezaron los movimientos en los partidos políticos con la asignación de candidatos a presidentes municipales y diputados locales, como es natural unos logran la candidatura y otros no, sin mas opción que unirse a los esfuerzos de su partido para lograr un escaño, pero en morena las cosas no han sucedido así de sencillo.
Al asignar en Tijuana como candidato por la alcaldía al empresario Arturo González Cruz (miembro aun del PRI) los demás aspirantes tomaron conductas (dentro de lo que cabe) disciplinadas excepto por Jame Martínez Veloz que sin merito alguno se sentía merecedor de la asignación por lo que lleva acabo una marcha junto a sus simpatizantes desde el centro de la ciudad hasta las oficinas de Morena como medida de presión para sus dirigentes con el objetivo de que cambiaran de parecer ante su decisión , generando un caos vial y desesperación entre los transeúntes.
En la ciudad de Mexicali mediante una encuesta realizada por morena carente de transparencia y de conocimiento de sus miembros desplaza al candidato favorito de los morenistas cachanillas el Sr. Rigoberto Campos de la misma y a demás desconocida forma asignan como candidata a la alcaldía a la diputada en funciones Marina del Pilar Ávila generando un gran descontento por “chapulinear”.
Y Playas de Rosarito no se queda atrás con la imposición de la también priista Laura Torres que ya a contendido a nombre de otros partidos y ahora lo hace por morena. al parecer morena cuenta con gente capaz en ese municipio para llevar mas dignamente esa contienda a un no queda claro como llevan acabo estas decisiones.
Al parecer esta viejas practicas de un sistema político obsoleto siguen prevaleciendo en las filas del movimiento de regeneración nacional y esto debido al origen y trayectoria de sus dirigentes.
