Hartos de la delincuencia y constantes robos en su negocio,
comerciantes decidieron colocar una lona en la que le ofrecen al ladrón “falcilitarle”
la mercancía a cambio de que no cause daños al forzar la puerta para entrar.
“Estimado Sr. ladrón: ya van cuatro veces que te metes a robar mi negocio
en cuatro meses. Yo sé que no vas a cambiar tus costumbres, pero solo te pido
que no tumbes la puerta. Me sale más cara la reparación de los daños que causas
que lo que te robas. Mejor déjame una nota para dejarte tus bebidas y tus
botanas afuera del local para que batalles menos. Al fin la Policía de Torreón
NO hace su trabajo. Tú lo sabes”.
El señor Rafael Ibarra, quien maneja este negocio, señala que fue en agosto del
año pasado, cuando, mediante una denuncia en redes sociales, expusieron que la
DSPM les estaba exigiendo una cuota de protección de manera diaria, a la cual
se negaron a pagar. “Ellos pasaban por aquí, pitaban y el encargado tenía
que salir a darles una cuota que por vigilar, de lo cual yo no tenía
conocimiento. Fue hasta que me enteré de este proceder que le dije al encargado
que dejara de darles porque no teníamos por qué hacerlo, ya que nuestro negocio
está en regla, que si algo requería la autoridad pasarán a las oficinas, lo
cual por supuesto no hicieron los elementos de seguridad. Después de eso, a los
dos meses comenzamos a sufrir de robos e incluso del incendio de nuestra
palapa, lo cual no puede ser una casualidad”.
Pese al desgaste económico que representa para ellos los daños a su local en
cada robo, han decidido no realizar una denuncia formal, pues aseguran no poder
confiar en las autoridades si son ellos mismos de quienes sospechan. Además,
ante los reportes realizados al 911 obtienen la respuesta de que no pueden
hacer nada, ya que su trabajo es meramente preventivo.
“Pero precisamente si su trabajo es preventivo por qué no previenen nada.
No podemos estar confiando en ir a levantar la denuncia si los propios
elementos de Seguridad eran quienes nos extorsionaban con las dichosas cuotas
por vigilar”, dijo.
El señor Rafael hace un llamado a las autoridades a verificar el trabajo de los
elementos que laboran en esa zona, y que, pese a la negativa de cooperación,
continúan insistiendo.
“Pasan, se quedan parados y pitan, tal como lo hacían para que se saliera a
darles su cuota, pero aquí nadie tiene por qué salir a dar nada, estamos
trabajando, si algo se le ofrece a los oficiales pueden ingresar”, indicó
el dueño del lugar.
El negocio ha permanecido en la zona durante 9 años, sin embargo fue hasta octubre
del año pasado cuando se convirtieron en clientes de la delincuencia.